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Seguir comprandoLa evaluación psicológica explora el componente cognoscitivo más el componente emocional o de personalidad. Su propósito es conocer el nivel de funcionamiento a nivel emocional. Una evaluación psicológica puede arrojar luz sobre sentimientos, dinámicas o conflictos internos que posee un niño o adolescente, los cuales pueden ser la causa de los comportamientos que está presentando. Ayuda al diagnóstico y al tratamiento de la condición o situación.
La evaluación psicométrica tiene como propósito determinar el nivel de funcionamiento intelectual del niño o adolescente. Se explora su capacidad para entender y aplicar nueva información; así como conocer su nivel de desarrollo general en el área perceptual-motor. Se incluye una medida de inteligencia, una medida de desarrollo perceptual motor y un cernimiento emocional.
La evaluación psicoeducativa tiene como propósito medir el aprovechamiento académico del niño o el adolescente. Mide el nivel de dominio de las destrezas aprendidas en la escuela: lectura, escritura y matemáticas. Esta evaluación puede determinar posibles explicaciones para los comportamientos determinados de un niño o adolescente; en especial, si hay bajo aprovechamiento académico y/o algún problema específico del aprendizaje.
El Cernimiento del Trastorno del Espectro Autista (TEA) tiene el propósito de confirmar o descartar, a temprana edad, si el paciente posee los indicadores de riesgo para un posible diagnóstico de Autismo. Si los resultados del Cernimiento demuestran puntuaciones de riesgo, el Psicólogo Clínico referirá al paciente a una evaluación Neurológica. No obstante, si las puntuaciones obtenidas no son de Riesgo, el Clínico podrá referir al paciente a otros especialistas de acuerdo a la necesidad identificada partiendo de las puntuaciones y observaciones obtenidas durante el proceso de Cernimiento.
IMPORTANTE: El Cernimiento del Trastorno del Espectro Autista (TEA) NO diagnostica ningún trastorno o desorden del desarrollo.
Los indicadores de autismo usualmente aparecen a los 2 o 3 años de edad. Algunos atrasos del desarrollo pueden aparecer incluso antes, y con frecuencia, se pueden diagnosticar a la temprana edad de 18 meses. La investigación ha demostrado que la intervención temprana conduce a resultados positivos a lo largo de la vida de las personas con autismo.
El autismo, o trastorno del espectro autista (TEA), se refiere a una amplia gama de afecciones caracterizadas por desafíos con habilidades sociales, comportamientos repetitivos, habla y comunicación no verbal. Según los Centros para el Control de Enfermedades, el autismo afecta a aproximadamente 1 de cada 59 niños en los Estados Unidos hoy en día.
LAS SEÑALES TEMPRANAS DEL AUTISMO PUEDEN INCLUIR:
El niño no demuestra grandes sonrisas u otras expresiones cálidas y alegres a los seis meses.
No hay intercambio de sonidos, sonrisas o expresiones faciales a los nueve meses No balbucea o responde a su nombre a los 12 meses.
No hay intercambio de gestos como señalar, alcanzar o mover la mano para decir adiós No tiene palabras a los 16 meses.
No tiene frases significativas de dos palabras (sin incluir la imitación o la repetición) a los 24 meses.
Cualquier pérdida del habla, balbuceo o habilidades sociales a cualquier edad.
Información obtenida de: https://www.autismspeaks.org/espanol
Comúnmente los padres se preguntan si su hijo(a) necesita visitar el(la) psicólogo(a). La visita al(la) psicólogo(a) no solo es necesaria cuando se presenta una psicopatología grave o problema de salud mental. Existen otros motivos los cuales necesitan atención como por ejemplo:
Problemas de conducta.
Falta de habilidades sociales.
Problemas de aprendizaje.
Se orina en la cama.
Proceso de divorcio.
Sospechas de abuso sexual.
No puede dormir.
Se aísla.
Se muestra agresivo.
Teme separarse de mamá.
Víctima de bullying.
Tomar la decisión de ir al psicólogo(a) no es fácil y no solo tienes que acudir por dolor emocional, también puedes acudir cuando deseas tomar decisiones importantes, explorar tus necesidades, tener una visión más clara de la vida que deseas, mejorar tus relaciones de pareja y más importante fortalecer tu autoestima y confianza en ti mismo(a).
Para tener un espacio para ti.
Para comprender realmente qué te sucede.
Para ser escuchado sin que te juzguen.
Para obtener un punto de vista más global y objetivo.
Para conocerte mejor y comprender a las personas.
Para aprender a gestionar tus emociones, pensamientos comportamientos.
Para desarrollar habilidades de solución de conflictos.